Cinco historias de mujeres que ganaron la lucha contra el cáncer

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Cinco historias de mujeres que ganaron la lucha contra el cáncer

Para ellas el 19 de octubre es una fecha especial ya que todas, de distintas maneras, afrontaron un duro diagnóstico y hoy miran la vida con otros ojos. Desde el impacto inicial hasta la feliz noticia de haber vencido a la enfermedad, el testimonio de cada una

infobae.com

En Argentina se detectan entre 15 mil y 20 mil nuevos casos por año de cáncer de mama. Si bien es una enfermedad muy frecuente detectada a tiempo, es un tipo de cáncer que presenta un elevado nivel de curación. 

En el Día de la Lucha contra el Cáncer de Mama, el tumor más frecuente en la mujer, Infobae dialogó con cinco mujeres que tuvieron esta enfermedad y lograron vencerla.

Aida Olivero: “Mi primer pregunta al médico fue si me iba a morir”

Aida Olivero se enteró que tenía cáncer de mama en un chequeo rutinario, hoy tiene que tomar la medicación correspondiente y hacerse chequeos espóradicos

Aida Olivero se enteró que tenía cáncer de mama en un chequeo rutinario, hoy tiene que tomar la medicación correspondiente y hacerse chequeos espóradicos

En el año 2012, tras un chequeo de rutina la vida de Aida Olivero le cambió por completo. “Recibí el diagnóstico sola, abrí el sobre y decía muy claro la palabra carcinoma. Mi primera sensación fue la de querer ir corriendo al médico y preguntarle si con esto me podía morir pensando en mis cuatro hijos“, dijo la mujer de 55 años.

Con el antecedente de su madre que había luchado contra la enfermedad pero la venció, sabía que era algo a lo que le debía prestar atención. “El médico me explicó qué era cáncer de mama. Me dijo que estaba agarrado muy a tiempo pero que íbamos a tener que transitar todas las etapas del tratamiento, ya que el cáncer de mama depende mucho de la edad, así que me empezaron a realizar todo de manera muy rápida”, enfatizó.

Una de las sensaciones con las que puede describir su lucha es la de ponerse a disposición y entregarse a lo que venga: “No me importaba quedarme pelada, estaba dispuesta a curarme desde quimioterapia a rayos; me quedaba más tranquila hacer todo y que me digan todo“.

Una de las primeras reuniones con amigas. En la izquierda y de rojo sonriente se encuentra Olivero

Una de las primeras reuniones con amigas. En la izquierda y de rojo sonriente se encuentra Olivero

Al momento de comunicarle a su familia el diagnóstico, Aida supo que debía naturalizar y encontrar la manera para que sus hijos menores entendieran qué era lo que le estaba sucediendo: “Me acuerdo que mis hijos eran chicos, y como sabía que me iba a quedar pelada, mi primer instinto fue el de ir con las chicas a comprar pañuelos de distintos colores y así explicarles un poco lo que le iba a pasar a mamá, de una forma más natural“.

Si yo no tenía cáncer seguía mi vida en el mismo sentido -apurada, preocupada por el trabajo- y creo que hasta me podía llegar a perder a mí misma. Me cambió la forma de mirar el mundo y las cosas; no lo veo como una experiencia negativa, sino como un cambio en mi vida”. Y agregó que “si tuviera que decirle algo a una persona que se acaba de enterar, le diría que no se asuste, sea el diagnóstico que sea, que estén dispuestas a pelear y que todo va a estar bien”.

Liliana Quadrilatero: “El informe me dio bien, pero hubo algo en la imagen que no terminó de convencer a mi médica: era cáncer de mama”

Liliana Quadrilatero tuvo cáncer de mama; lo detectó gracias a que su médica vio algo “raro” en las imágenes, que no coincidía con el informe

Liliana Quadrilatero tuvo cáncer de mama; lo detectó gracias a que su médica vio algo “raro” en las imágenes, que no coincidía con el informe

Liliana Quadrilatero tiene 64 años y hace dos años la vida le dio un giro por completo. A raíz de una mamografía de rutina que se hacía todos los años, el informe que decía que estaba todo bien no coincidía con las imágenes: “Agradezco a la médica que me mandó a hacerme otro estudio; de ahí empezaron a hacer un seguimiento y efectivamente era cáncer de mama“.

Luego de recibir la noticia, llegó la operación, y luego la etapa más fuerte para Quadrilatero: las sesiones de quimioterapia, los rayos y la medicación. “Es muy fuerte todo, desde que te enterás en adelante. Te cambia mucho la cabeza y lo único que sentís es que tenés que ir para adelante“. Sin embargo, lo más duro, según ella, fue la caída del pelo. “Antes de la segunda sesión ya no tenía pelo. Me quería convencer que era una estupidez pero es muy fuerte, no se por qué, pero descubrí que tenemos mucho depositado en el pelo”, reflexionó. “Mi hija me hizo elegir una peluca y lo fui llevando mucho mejor“.

A dos años de la enfermedad, es una lucha que le cambió la forma de mirar y manejar las cosas (Facebook Liliana Quadrilatero)

A dos años de la enfermedad, es una lucha que le cambió la forma de mirar y manejar las cosas (Facebook Liliana Quadrilatero)

“Si tuviera que brindar un mensaje a mujeres sería que se atiendan, que se controlen, se palpen y que vayan cuando tienen que ir, no dejen de llevar los estudios porque tienen muchas posibilidades de curarse. La mujer muchas veces deja de lado su salud por muchos motivos -estudios, trabajos, hijos, parejas- pero cuando te encontrás ante un diagnóstico así te das cuenta de la importancia que tiene”, concluyó.

Mariel Caro: “Se me vino el mundo abajo. Me enojé con Dios, con todo el mundo, hasta que entendí que a mí también me podía pasar”

Luego de encontrar una molestia en una mama, no se hizo los estudios a tiempo y el pequeño bulto fue creciendo más y más

Luego de encontrar una molestia en una mama, no se hizo los estudios a tiempo y el pequeño bulto fue creciendo más y más

Mariel Caro tiene 51 años. Fue en noviembre del 2014 que se sintió un pequeño bulto que le llamó la atención: “Cuando tenía el turno para hacerme la mamografía me había indispuesto, entonces no me la pude hacer. Pasaron las fiestas y mi médico volvió de vacaciones en abril y el bulto se hizo más y más grande”.

Con el primer diagnostico llegó la operación. “Luego de operarme me contaron que me habían sacado todo lo malo. Un mes y medio después fui acompañada con mi hija a ver los nuevos resultados, abrí el sobre y leí triple positivo, pensé que era algo bueno“, recordó la mujer. Sin embargo, su médica le comentó que era todo lo contrario y llegó muy rápido la quimioterapia, rayos y luego la medicación.

Se me vino el mundo abajo. Me enojé con Dios, con todo el mundo, hasta que entendí que a mí también me podía pasar“, admitió la mujer. Mariel recuerda que la quimioterapia fue uno de los procesos que más le impactó, pero que tuvo la suerte de encontrar contención en sus seres queridos.

Recibió mucha contención de su familia y sus amigos para poder transitar la enfermedad

Recibió mucha contención de su familia y sus amigos para poder transitar la enfermedad

Luego de lograr aceptar lo que estaba sucediendo, la mujer adoptó una postura totalmente diferente y le sirvió hablarse a ella misma: “Me sentaba, miraba al espejo y le hablaba a esa mujer diciendo que no me iba a poder ganar, que no sabía con quién se había metido”.

“Si le tuviera que decir algo a una persona que está transitando por la enfermedad, le diría que no baje los brazos, y que tiene que pelear, ponerle actitud y salir adelante”, concluyó.

Virginia Finiello: “Un bulto en la mama me hizo reaccionar”

Virginia Finello sintió un bulto en una de las mamas, se hizo los estudios correspondientes y le dio positivo. Hoy es una sobreviviente (Facebook Virginia Finello)

Virginia Finello sintió un bulto en una de las mamas, se hizo los estudios correspondientes y le dio positivo. Hoy es una sobreviviente (Facebook Virginia Finello)

Todos los años, desde que cumplió los 50, después de julio o agosto se hacía la correspondiente mamografía. “Siempre me hacía otro estudio complementario sobre las mamas porque a pesar de la edad seguía teniendo una mama con mucha glándula, entonces no era posible visualizar algún problema”, comentó.

Fue a fines del 2010 que la mujer se descubrió un bulto en una de las mamas que la hizo reaccionar y decidió ir a hacerse más estudios: “Cuando fui al médico con el resultado, me dijo que lo que tenía, fuera bueno o malo, había que sacarlo. El 25 de octubre fue la operación y todo pasó muy rápido”.

“Mi consejo para otras mujeres es que no tengan miedo, que vayan al médico anualmente a hacerse los controles correspondientes. Eso no les va a solucionar una enfermedad, pero sí pueden detectarlo a tiempo para que no sea algo definitivo, y para poder curarlo. No se dejen estar, luchen por ustedes mismas, es lo único que las va a sacar adelante. Siempre dije que a esta enfermedad hay que ganarla con actitud: si te dejás caer, te gana y fuiste”, concluyó.

Carina Sepulveda: “Me enteré que tenía cáncer cuando me hice los prequirúrgicos para hacerme las tetas”

Sepulveda no se había realizado el chequeo correspondiente, pero antes de operarse estéticamente se enteró de que tenía cáncer de mama (Facebook Ana Sepulveda)

Sepulveda no se había realizado el chequeo correspondiente, pero antes de operarse estéticamente se enteró de que tenía cáncer de mama (Facebook Ana Sepulveda)

Carina Sepulveda tenía que hacerse todos los chequeos previos a una cirugía estética de pechos cuando se enteró mediante una mamografía que tenía cáncer de mama. “Podría decirse que eso me salvó la vida, ya que justo ese año no me había realizado el control habitual, a pesar de que lo hacía con frecuencia”.

Cuando se enteró, automáticamente se realizó todos los controles hasta llegar al diagnóstico. “Lo primero que pensé fue en mis seis hijos. Eso me dio mucha fuerza para seguir y enfrentar lo que se venía. Desde un primer momento hablé con toda mi familia, desde el más chico hasta el más grande. Todos supieron la verdad y me acompañaron en este proceso. Y si bien tuve miedo por lo que podía pasar, sentirlos cerca fue de gran ayuda para atravesar todo el tratamiento”, reconoció.

Sin embargo, Carina, al igual que el resto de las sobrevivientes, pudo ver el lado positivo: “Parece una frase común, pero es así: haber atravesado esta enfermedad te hace ver la vida de otra manera. Estar en una situación límite te hace cambiar. Vivir la vida día a día, sin hacerme problema por cosas materiales”.

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